jueves, 2 de diciembre de 2010

BAÑO DE FÚTBOL

La goleada del Barcelona en el clásico ha dejado al Madrid mudo. No hay noticias de los jugadores blancos desde el batacazo del lunes. Tampoco de Mourinho, que tras el varapalo salió a la rueda de prensa más contenido que nunca. No se explica el madridismo el abuso azulgrana. Justo ahora que Florentino se lo había jugado todo a una carta con ‘Mou’, ve como en el primer duelo serio le ha salido cruz. Ahora que el club se había encomendado a Mourinho supuestamente la némesis de Pep, el equipo recibe una de las goleadas más sonrojantes de su historia. Justo el día que esperaba desmontar el discurso de Guardiola, Mou asistió a la obra cumbre del ‘Pepteam’.

La resaca del clásico ha rebajado la importancia de Mou y ha encumbrado a Guardiola como mito azulgrana. Líder de un Barcelona que ha actualizado el credo de Cruyff, ha perfeccionado una idea y se ha colado en la historia del fútbol. El debate se ha trasladado a lo más alto; la comparación no sólo abarca el ‘Dream Team’, en la prensa internacional ya se habla del mejor equipo de la historia. Su actuación ante el Madrid tuvo mucho de arte por el sello indiscutible del equipo y su capacidad para expresar una idea con una armonía asombrosa. Ajeno al baño de elogios, la vida sigue igual para Guardiola. El técnico se emocionó primero en el vestuario e impostó serenidad en la rueda de prensa. Entre bastidores compartió con los suyos el júbilo azulgrana. “Sed humildes pero ha sido un puto espectáculo”, soltó entre las cuatro paredes del santuario azulgrana.

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